El fundamentalismo de mercado está llegando a su fin
Buenos Aires, 18 Sep. ABN.-
Buenos Aires, 18 Sep. ABN.-
Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía 2001, comparó el derrumbe de Wall Street con la caída del Muro de Berlín y señaló que se trata del fin del fundamentalismo de mercado.
“Este momento es una señal de que los enunciados de la liberación del mercado financiero eran falsos”, afirmó y difundió Télam.
Stiglitz, uno de los economistas más reconocidos como crítico al sistema de libre mercado, aseguró que en esta crisis financiera se observa a las instituciones del mercado fracasar y correr hacia el gobierno en busca de ayuda.
“Todos dirán ahora que se trata del fin del fundamentalismo de mercado. En este sentido, el derrumbe de Wall Street es al fundamentalismo de mercado lo que la caída del Muro de Berlín fue al comunismo”, dijo el economista en una entrevista a Clarín.
Stiglitz apuntó a la especulación de los mercados financieros como la principal causa de la crisis y dijo que ahora la situación se volvió como un búmeran en contra de ellos.
El economista consideró que, en los últimos años, los administradores de los mercados financieros almacenaron ganancias por demás y “manejaron todo mal”.
“Quienes manejan los mercados financieros almacenaron ganancias con el argumento de que estaban ayudando a manejar el riesgo y a asignar de manera eficiente el capital, dijeron, se merecían esos dividendos tan altos”, dijo Stiglitz.
Y agregó que esto resultó que ser cierto. “Manejaron todo mal, la situación se volvió como una suerte de búmeran en contra de ellos y ahora el resto de la economía tendrá que pagar, a medida que las ruedas de la economía aminoren su velocidad, a raíz de la contracción del crédito”, dijo.
En ese sentido, Stiglitz sostuvo que la mayor parte del crecimiento económico de los últimos cinco años estuvo basada en la burbuja inmobiliaria, que ahora explotó.
Por último, el Premio Nobel se mostró convencido de la necesidad de no sólo una nueva regulación sino de un rediseño del sistema regulatorio.
“Para corregir el problema, necesitamos líderes políticos y hacedores de políticas que crean en la regulación”, dijo Stiglitz.