domingo, 10 de mayo de 2009

LA CRISIS



Se crearon bicicletas, grapadores, máquinas de coser ante la crisis del sector armero. La diversificación de productos trajo consigo la entrada en mercados internacionales.

10.05.09 - ALBERTO ECHALUCE

EIBAR. DV. Los antiguos eibarreses superaron las crisis económicas a base de inventar. Einstein también lo dijo, «sólo la innovación nos permitirá salir de la crisis». A esta tesis se aplicaron muy bien los industriales de Eibar que no tuvieron más remedio que estrujar la mente para crear nuevos productos.
El ejemplo más claro lo constituye la empresa eibarresa El Casco. En 1920 se fundó, en Eibar, la sociedad, cuya inicial actividad se centró en la producción de revólveres, destinados principalmente a la exportación. A partir de 1929, la crisis económica mundial obligó a a reconvertirse, lo que hizo que, a mediados de los años treinta, sus socios fundadores lanzaran al mercado la grapadora, diseñada por ellos mismos (Juan Solozábal y Juan Olive).
Otro producto que se piensa también que es de origen eibarrés es el afilalápices que llegó en 1945, creado por Ignacio Urresti. El primer modelo de éste tenía un peso de algo menos de kilo y medio, y parece una mezcla entre un molinillo de café y una cámara fotográfica de visor vertical.
Pero la salida de la crisis se logra, principlamente, a base de la diversificación de la industria, caso de Orbea y Cía y Gárate, Anitua y Cía (GAC), las empresas armeras más antiguas de Eibar, quienes junto a Beistegui Hermanos (BH) alcanzarían un importante renombre como fabricantes de bicicletas. No fueron las únicas, la Sociedad Cooperativa ALFA, que había sido creada por obreros socialistas locales para fabricar revólveres se inició en la producción de máquinas de coser siguiendo la pauta marcada por Olave, Solozabal y Cía, cambiando los revólveres por el material de oficina.
Todas estas empresas no abandonaron completamente la fabricación de armas cortas hasta después de la Guerra Civil. Incluso empresas como Unceta y Cía. de Gernika o Bonifacio Echeverría de Eibar que siguieron haciendo una fuerte apuesta por continuar en la fabricación de armas cortas, incrementando la calidad de sus productos y participando en los concursos oficiales de armas, se vieron obligados por la presión de las circunstancias a crear nuevas secciones de producción.
Junto a ellos, la fabricación de herramientas neumáticas, como picadoras, martillos o remachadoras permitía sacar adelante su cuenta de explotación, cuando el comercio de las armas daba su bajón. Balanzas de mostrador, fresas y espoletas para bombas en el caso de la primera, y grilletes en el caso de la segunda, eran otras de las producciones que se hacían frente para superar la crisis
Todo tipo de productos
El profesor Iñigo Goñi Mendizabal ha realizado un estudio para la UPV sobre nuestro origen industrial y demuestra fiel a las claras el carácter emprendedor de los eibarreses. «De todos modos, durante estos años se dieron también ejemplos de cierto dinamismo. Algunas empresas consiguieron penetrar en nuevos mercados hasta entonces casi desconocidos o relativamente abandonados como los Balcanes o Extremo Oriente. En este último caso fue significativa la importancia que adquirieron las ventas de las pistolas ametralladoras en el mercado chino a finales de la década de los veinte y primeros treinta", señala el historiadorm Igor Goñi Mendizabal.
La Guerra
El inicio del XIX no fue nada bueno para los antiguos eibarreses tampoco. Es la I Guerra Mundial la que saca a las empresas de la baja producción ante la fuerte demanda de armas. La cercanía de la industria armera vasca a la frontera francesa junto con el hecho deque su principal competidor, Lieja, fuera ocupado durante los primeros compases de la guerra por las tropas alemanas, facilitaron el acceso de los productores vascos a esta nueva demanda de origen militar.
Durante aquellos años se alcanzaron las mayores cotas de producción de la historia, destacando entre los países compradores Francia, que adquirió la mayor parte de las pistolas automáticas, seguida por Gran Bretaña, Italia y Rumania.
Según estos datos el total de las armas vendidas por los armeros eibarreses a los países en conflicto fueron 816.875 pistolas automáticas calibre 7,65mm y 779.714 revólveres de diferentes modelos y calibres, haciendo un total de 1.596.589 armas.
No obstante, estos datos, siendo significativos, no abarcarían el total de las ventas realizadas por la industria armera vasca durante aquellos años.
El arma protagonista de los increíbles niveles de producción alcanzados durante estos años fue la pistola tipo Eibar, también denominada Ruby por una de las marcas bajo las que se fabricó.
Se trataba de una pistola automática, copia de las Browning modelo 1903 y 1906, aunque con un mecanismo interno más sencillo, materiales más baratos y pequeñas modificaciones. Este tipo de pistola fue la que, a principios de la década, había generado diversos problemas de reclamación.

LA CRISIS



De los Toyos emplaza a la cooperativa a que la creación de empleo revierta en Eibar Se derriba parte del edificio Lambretta para construir otro de menor tamaño.

09.05.09 - FÉLIX MORQUECHO EIBAR.

DV. La firma Eroski presentó ayer el proyecto que pone en marcha para el hipermercado que se encuentra entre la avenida Otaola y la calle Santaiñes. Con el inicio del derribo de parte del edificio Lambretta se da un paso en un proceso de siete años que da salida a unos locales que se encontraban en desuso. La construcción de un nuevo edificio de menor volumen que el actual permitirá una mejor urbanización de la zona y mejoras para la entrada y salida de vehículos con la creación de una rotonda.
El director de expansión de Eroski Alfonso Fernández Villacorta presidió el acto junto al alcalde Miguel de los Toyos y remarcó la importancia de un proyecto que supone una inversión de 15 millones de euros. Mikel Labayen fue el encargado de explicar un proyecto que arrancaba ayer con la demolición de una parte del antiguo edificio Lambretta. Este inmueble será derribado en parte, dejando en pie la parte correspondiente a la comisaría de la Ertzaintza y parte de la zona de talleres.
Finalizadas las tareas de demolición, en septiembre comenzará la construcción del nuevo edificio. Este tendrá una menor altura que el actual, lo que permitirá unas mejoras en el entorno. La zona actual de comercio se verá ampliada en esa misma altura hacia el edificio Lambretta, con lo que pasará de la superficie actual de 2.800 metros cuadrados a 6.700.
Sobre esta altura, se creará una planta de aparcamiento cubierto que contará con 190 plazas, adaptando esta oferta a la demanda que se prevé para un centro comercial de este tamaño. Finalmente, la terraza que se situará sobre estos aparcamientos será de uso público, «por petición expresa del Ayuntamiento» señaló Labayen. Este espacio que actualmente tiene 122 plazas crecerá para formar un aparcamiento en cubierta de 262 vehículos. Las previsiones de Eroski sitúan la inauguración del nuevo centro comercial para noviembre del año próximo.
«Una alegría»
Uno de los aspectos destacados con el crecimiento del hipermercado es la creación de 85 nuevos puestos de trabajo, pasando de los actuales 65 a 150. En este sentido, el alcalde Miguel de los Toyos aprovechó al acto para reconocer que «es una alegría para la ciudad. Emplazo a Eroski a que la mayoría de estos puestos puedan ser cubiertos con trabajadores de Eibar».
Los participantes recordaron también los esfuerzos llevados a cabo durante más de un lustro. La declaración de derribo del edificio no fue tarea sencilla en un edificio ocupado por diversas actividades y finalmente se llegó a unos acuerdos con el resto de propietarios. Eroski contaba con el antiguo hipermercado de Ipurua cuyas instalaciones se encontraban cerradas en la planta baja de este edificio desde la puesta en marcha del comercio actual.
Al margen de la actividad comercial, la zona contará con un mejor aprovechamiento de espacios. Una nueva rotonda se situará a la altura del nudo actual que sirve de acceso para vehículos al aparcamiento descubierto. Con ello se pretende mejorar el acceso de vehículos desde la avenida Otaola sustituyendo los cruces actuales.
Esto permitirá que el callejón que sirve de paso a los peatones desde la zona trasera de la comisaría de la Ertzaintza gane en anchura y pase a ser una zona abierta con zona verde. A esta altura se situarán también unos locales comerciales que aumentarán también el número de puestos de trabajo. Con el comienzo de los derribos el alcalde pidió disculpas por anticipado a los vecinos por las molestias que puedan causar y los responsables de Eroski recalcaron que el comercio no se cerrará a pesar de los trabajos.