viernes, 22 de mayo de 2009

CAMBIO DE MODELO: ECONOMICO



Ainhoa Giménez, Bolságora. 21/05/2009

- Los especuladores, sospechosos habituales
- Hay razones para que continúe a corto

Mientras continúa el debate sobre la solidez de la presunta recuperación económica y sobre si la subida de la bolsa es sostenible o los índices volverán a venirse abajo, otro mercado se ha puesto en marcha silenciosamente: el del petróleo.
Es habitual que el público se fije en el crudo cuando se acerca el verano, la famosa driving season en EEUU, que es la época de mayor demanda de gasolina del año. Pero esta vez parece diferente, porque la subida actual está siendo muy intensa. ¿Qué hay detrás?
En los últimos meses, nos hemos permitido el lujo de ignorar el precio del petróleo porque estaba tan bajo que no suponía ninguna amenaza. Después de causar la alarma mundial hace un año con una subida meteórica hasta casi 150 dólares por barril, la burbuja de las materias primas estalló y su cotización bajó todavía más deprisa de lo que había subido. En diciembre, el crudo marcaba suelo en 32,40 dólares, después de un desplome del 78% desde máximos.
Pero a partir de entonces, comenzó la recuperación. Ayer alcanzó los 62 dólares por primera vez en más de seis meses, lo que significa una subida del 46% desde febrero. El petróleo vuelve a estar en el radar de los inversores.
Pero esta impresionante subida también plantea interrogantes sobre el mercado. Los analistas suelen explicar las alzas del crudo como una reacción a las expectativas de recuperación económica. Dichas expectativas desatan una respuesta casi automática de los operadores de petróleo, que hacen subir el precio del barril anticipándose a un aumento de la demanda.
Pero esta explicación cojea esta vez, porque las cifras de inventarios no cuentan esa historia. El volumen de petróleo en el mercado está muy por encima de la media en esta época del año. Es decir, todavía falta mucho para que se pueda decir que EEUU ha salido de la recesión, luego la demanda no es en absoluto robusta.
Entonces, ¿por qué sube tanto el petróleo? Aquí aparecen los sospechosos habituales en estos casos: los especuladores. La teoría que corre por el mercado es que, después de haber provocado el rally de la bolsa, están buscando otras oportunidades y están rotando sus carteras desde las acciones a las materias primas, con la esperanza de repetir el pelotazo del año pasado con el petróleo.
Coyuntura favorable
Además, cuentan con varios elementos temporales a su favor. En primer lugar, el elemento estacional del verano y el consiguiente aumento de demanda. Pero después llega la temporada de huracanes, donde los traders suelen apostar porque alguna pobre refinería será machacada cada vez que se forma una tormenta en el Atlántico.
Por si esto fuera poco, las tensiones geopolíticas han vuelto con el disparo de un misil por parte de Irán. Algo que casi nunca tiene consecuencias reales, pero que suele desatar el miedo a recortes del suministro. Música para los oídos de los especuladores... y de Irán, a quien le interesa un barril lo más caro posible, naturalmente.
Así que parece que hay razones para una continuidad del rally del petróleo, al menos a corto plazo. Otra cosa es lo que puede ocurrir si las expectativas de recuperación económica se frustran o tardan en hacerse realidad más de lo que está descontando el mercado.