La experiencia enseña que, en esencia, todas las publicaciones importantes vienen a hablar de lo mismo sólo que de diferente manera; pero los finales concluyen con el mismo mensaje:
Tu misión en la vida es ser tú mismo. Llegar a ser quien eres. En que exista una sintonía entre lo que sientes (internamente) y lo que haces (externamente). En eso consiste el éxito y en eso consiste la felicidad, que ambos son sinónimos cuando se utilizan oportunamente. El poeta y pintor libanés Yibrán Jalil Yibrán (1883-1937) afirmaba: "Amar la vida a través del trabajo es intimar con el más recóndito secreto de la vida". Ahí es cuando uno está en estado de "flow", no se compara constantemente con el de lado, y disfruta de lo propio que no lo cambiaría por otra cosa. Kant decía: "¡Imbécil, no olvides tu grandeza!". El escritor y pintor suizo Herman Hesse (1877-1962) nos recordaba: "La verdadera profesión del hombre es encontrar el camino hacia sí mismo".
¿Cuál es el problema?
Que la sociedad no está construida para que cada uno de nosotros cumplamos nuestros sueños. El primer mal es la educación, que nos uniformiza, nos estandariza, nos mete a todos en el mismo saco. En otra ocasión recogíamos las palabras de Seth Godin: "¿Dónde aprendió a fracasar? Si es usted como la mayoría de occidentales, lo aprendió en primer curso. Entonces descubrió que era más seguro encajar, pintar dentro de las líneas, no preguntar demasiado en clase y hacer caber sus deberes en la cartulina asignada para ellos". Y continúa: "Dirigimos nuestras escuelas como fábricas: colocamos a los niños en filas, los ponemos por lotes (llamados cursos) y nos esforzamos en asegurarnos de que no salen piezas defectuosas. No dejamos que nadie destaque, se quede atrás, vaya adelantado o arme jaleo. Ir a lo seguro, jugar según las reglas, parece ser el mejor modo de evitar el fracaso. Y en la escuela, es posible que sea cierto. Pero estas reglas se convierten en un patrón para la mayoría de la gente y este patrón es muy peligroso. Porque éstas son las reglas que, al final, llevan al fracaso". También Edward de Bono explicaba en una ocasión: "La educación actual desperdicia dos tercios de los talentos de los seres humanos" ya que "la educación es un impulso histórico. Hay muchas cosas que hoy no se enseñan porque la inercia es hacer siempre lo mismo. Esto significa un gran desperdicio de talentos en la sociedad". En este punto merece la pena recomendar la entrevista al Presidente de Socratic Arts, Roger C. Shanck, con el titular: "Los colegios no deberían existir".
Un ejemplo: un niño llega a casa con las notas. En dibujo tiene un sobresaliente y en matemáticas un suspenso. ¿Qué hace el padre? Ponerle un profesor de matemáticas. Todo lo contrario a lo que debería hacer, que es ponerle un profesor de dibujo para potenciar su talento natural, su misión, su destino. Cada uno de nosotros tenemos uno único e irrepetible. En la película "La leyenda de Bagger Bance" se dice: «Hay un golpe perfecto que nos elige a cada uno de nosotros y lo único que tenemos que hacer es despejarle el camino. Dejar que él nos elija». Cuando eso ocurre, todo empieza a fluir adecuadamente. Aquí citamos también la película "Una historia del Bronx". Allí Robert de Niro (Lorenzo) dice: "No hay nada peor en esta vida que el talento malgastado. Ya puedes tener todo el talento del mundo que si no haces lo que debes no consigues nada; pero si haces lo que debes, seguro que te ocurren cosas buenas".
Este mensaje choca radicalmente con lo que vemos a diario en las aulas. Educar es ayudar a cada persona a ser ella misma. Su etimología procede del latín "educare" que significa "sacar de dentro" el talento que toda persona atesora. Para ello la educación actual debe innovar para evitar producir clónicos. Como dice Álvarez de Mon, "sobran fotocopias y faltan originales". Los suecos Ridderstrale y Nordstrom afirmaban algo parecido: "Vivimos en la sociedad del exceso, con un exceso de empresas parecidas, que emplean gente parecida, que fabrican productos parecidos, con calidad parecida a precios parecidos". Más de lo mismo.
Innovar en educación significa pasar de un enfoque "estandarizado" a un enfoque "personalizado". No es fácil, desde luego, pero hay que ir a por ello. Sobre esta cuestión es imprescindible ver la charla de Alfons Cornella, Presidente de Infonomía, en Eskola 2.0., sobre "Innovación y educación", vía @agirregabiria). Alfons, en su línea, aporta muchas ideas interesantes.
Articulo de: FRANCISCO ALCAIDE HERNÁNDEZ
Jordi
viernes, 8 de octubre de 2010
No se si es tecnología o marketing
Cuando uno lee a veces ciertas comparaciones de países tiene que tener cuidado, especialmente cuando hay frases hechas... De la mano de su tecnología y su tamaño, Brasil quiere ser la India de América Latina es un artículo publicado recientemente en La Nación, donde comenta brevemente el caso de Brasil, cómo está tratando de captar clientes en el mercado del outsourcing, mercado dominado por India a nivel global (sobre India en el pasado).
Es interesante el caso, Brasil sin dudas tiene una capacidad importante en términos de recursos humanos, y también tiene una base tecnológica como para meterse en mercados como este, pero... se trata de una cuestión tecnológica o de marketing? Si hablamos del caso de Brasil, creo que hay que aplaudir una estrategia de marketing, porque no creo que sus ventajas comparativas en términos del servicio que puedan prestar sean tan importantes. Es más, entiendo que en gran parte el idioma inglés que se habla ampliamente en la India es la clave para poder hacer outsourcing a nivel global, cosa que Brasil no domina en la misma forma.
De todos modos, estas hipótesis están aún muy "en el aire". No soy muy fanático de las comparaciones sin elementos claros para hacerlo, y mucho menos cuando la unidad de análisis (o comparación) son países. Pero igual, este blog es justamente para las opiniones (usualmente poco fundadas pero opiniones al fin) así que igual me arriesgo a hipotetizar.
Es por esto que creo que Argentina, aunque de acuerdo al artículo no tiene alguna ventaja que pueda tener Brasil, igualmente tiene posibilidades de obtener una tajada de este mercado del outsourcing globalizado. Es más, en un mundo donde las economías tienden a crecer en su sector servicios mientras se desarrollan, me animo a pensar que en Argentina la industria del outsourcing puede tener un buen futuro. Y quien dice que no pueda contribuir a la reducción del desempleo o subempleo... (educación de por medio; lo que en realidad vale en cierta forma para otras industrias también y no sólo esta).
Brasil tiene más gente con talento en programación que sus rivales en la región. Los trabajadores cualificados de México tienden a irse a EE.UU. y los argentinos, si bien están altamente calificados, son pocos: sólo 38 millones de habitantes frente a los 190 millones de brasileños. Esto deja a Brasil como la mejor opción para proveer trabajadores para las "fábricas", el término que se usa en el sector para describir a los enormes centros corporativos donde los trabajadores supervisan los sistemas, programan software o gestionan llamadas para empresas extranjeras.
Es una cuestión de marketing. Que la cancillería argentina se ponga en campaña y salga a vender el país no solamente en los términos habituales (soja, vino, y -muy bien- software) sino también en términos de proveedores de outsourcing. Que se promocione el sector también dentro del país, con el superávit que obtiene el gobierno nacional basta y sobra para promocionar sectores como éste. Estoy seguro que en Argentina hay capacidad para esto, aunque sea ocupando un nicho específico. Por ejemplo, pensando en outsourcing in Spanish, ¿cuántos nuevos records / expedientes se crean por año en EEUU derivados de inmigrantes latinos en ese país? ¿Cuántas llamadas atienden los bancos por día en EEUU para clientes de habla hispana residiendo allí? Hay alrededor de 40 millones de latinos en EEUU...
Si, en parte es una cuestión de tecnología, pero creo que eso ya esta listo para el outsourcing en Argentina. Ahora tal vez es momento de promocionar el surgimiento o crecimiento del sector. Y, obviamente, otra ocasión para hacer un lugarcito para los emprendedores. Que el negocio no quede solamente entre los grandes, hay que dar oportunidad a proyectos innovadores que pueden estar en la mente de más de un potencial emprendedor.
Jordi
Es interesante el caso, Brasil sin dudas tiene una capacidad importante en términos de recursos humanos, y también tiene una base tecnológica como para meterse en mercados como este, pero... se trata de una cuestión tecnológica o de marketing? Si hablamos del caso de Brasil, creo que hay que aplaudir una estrategia de marketing, porque no creo que sus ventajas comparativas en términos del servicio que puedan prestar sean tan importantes. Es más, entiendo que en gran parte el idioma inglés que se habla ampliamente en la India es la clave para poder hacer outsourcing a nivel global, cosa que Brasil no domina en la misma forma.
De todos modos, estas hipótesis están aún muy "en el aire". No soy muy fanático de las comparaciones sin elementos claros para hacerlo, y mucho menos cuando la unidad de análisis (o comparación) son países. Pero igual, este blog es justamente para las opiniones (usualmente poco fundadas pero opiniones al fin) así que igual me arriesgo a hipotetizar.
Es por esto que creo que Argentina, aunque de acuerdo al artículo no tiene alguna ventaja que pueda tener Brasil, igualmente tiene posibilidades de obtener una tajada de este mercado del outsourcing globalizado. Es más, en un mundo donde las economías tienden a crecer en su sector servicios mientras se desarrollan, me animo a pensar que en Argentina la industria del outsourcing puede tener un buen futuro. Y quien dice que no pueda contribuir a la reducción del desempleo o subempleo... (educación de por medio; lo que en realidad vale en cierta forma para otras industrias también y no sólo esta).
Brasil tiene más gente con talento en programación que sus rivales en la región. Los trabajadores cualificados de México tienden a irse a EE.UU. y los argentinos, si bien están altamente calificados, son pocos: sólo 38 millones de habitantes frente a los 190 millones de brasileños. Esto deja a Brasil como la mejor opción para proveer trabajadores para las "fábricas", el término que se usa en el sector para describir a los enormes centros corporativos donde los trabajadores supervisan los sistemas, programan software o gestionan llamadas para empresas extranjeras.
Es una cuestión de marketing. Que la cancillería argentina se ponga en campaña y salga a vender el país no solamente en los términos habituales (soja, vino, y -muy bien- software) sino también en términos de proveedores de outsourcing. Que se promocione el sector también dentro del país, con el superávit que obtiene el gobierno nacional basta y sobra para promocionar sectores como éste. Estoy seguro que en Argentina hay capacidad para esto, aunque sea ocupando un nicho específico. Por ejemplo, pensando en outsourcing in Spanish, ¿cuántos nuevos records / expedientes se crean por año en EEUU derivados de inmigrantes latinos en ese país? ¿Cuántas llamadas atienden los bancos por día en EEUU para clientes de habla hispana residiendo allí? Hay alrededor de 40 millones de latinos en EEUU...
Si, en parte es una cuestión de tecnología, pero creo que eso ya esta listo para el outsourcing en Argentina. Ahora tal vez es momento de promocionar el surgimiento o crecimiento del sector. Y, obviamente, otra ocasión para hacer un lugarcito para los emprendedores. Que el negocio no quede solamente entre los grandes, hay que dar oportunidad a proyectos innovadores que pueden estar en la mente de más de un potencial emprendedor.
Jordi
Etiquetas:
ECONOMIA
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