Marcas de armas, bicicletas, la primera cooperativa, la Motobic, el damasquinado son... made in Eibar.
D.V. 14.03.10 - ALBERTO ECHALUCE
En época de crisis es bueno recordar la inventiva, el carácter emprendedor de los eibarreses que le llevó a salir de todas las dificultades de la vida y lo pioneros que fueron en muchos aspectos, especialmente industriales y políticos. Desde antiguo, Martín López de Isasi destacó como mercader y mucho más tarde, Eibar se caracterizó como una villa en la que el impulso de las ferrerías de Eibar dió paso a las primeras armas y después a las bicicletas. Pero también, Eibar se ha caracterizado como una ciudad pionera en muchos aspectos económicos, con la creación de la primera cooperativa y gracias a su carácter liberal fue la primera que proclamó la II República y la primera que convocó, desde un Ayuntamiento, una manifestación contra ETA, a consecuencia de la explosión de un vehículo en la calle Zezenbide, junto al antiguo Jai-Alai.
«Rey de Gipuzkoa»
El investigador, José Antonio Aspiazu, natural de Oñate, calificó, en una charla organizada por Ikasten, al Marqués de Isasi como «el Rey de Gipuzkoa», dada su notable influencia en el tráfico de mercaderías. Azpiazu es autor del libro: 'El eibarrés, Martín López de Isasi, un mercader en el Reino de Felipe II'. López de Isasi fue un negociante y conocido mercader del siglo XVI que marcó una época. Se casó con Domenja Orbea, hacia finales del XVI. Formó parte de la corte de Felipe II, y amplió sus negocios en Sevilla. Los Isasi fueron una familia muy poderosa, se casaron estratégicamente, y llegaron a puestos significativos de la corte. La importancia del Palacio Markeskua, su residencia, fue muy grande en los siglos posteriores, cuando los reyes de España se alojaban en él durante sus habituales visitas al País Vasco. De hecho, ha albergado a personas de la familia real como Isabel II y la reina María Cristina, Alfonso XIII y Victoria Eugenia. Como testigo de la relación de los Isasi con la corona queda el retrato del infante Don Francisco Fernando, hijo del Señor Don Felipe IV, en traje de cazador con la escopeta en la mano y un perro al lado, que llegó a residir una pequeña temporada en este edificio. Felipe IV había delegado la educación de su hijo a don Juan Isasi Idíaquez, caballero de Santiago, señor de algunas villas en Castilla y de esta torre. El infante falleció en Palacio el 11 de marzo de 1634
Armas y bicicletas
Si algo ha caracterizado a Eibar es la fabricación de armas y bicicletas. Estos dos subsectores han paseado el nombre de Eibar por todos los ámbitos.
La armería cobró pujanza a través de los siglos. Primero, bajo la sombra de Elgoibar y Soraluze; después como elemento dinamizador de toda la economía del valle. Su mayor esplendor se produjo a partir del siglo XIX: se crearon multitud de empresas, las ventas se multiplicaron (Victor Sarasqueta, Orbea, STAR, GAC, Beístegui... son el símbolo de la época), la mayoría de los eibarreses trabajaba en la armería y es entonces cuando se produce la primera oleada de inmigrantes atraídos por el empuje industrial. En base a algunos datos que investigó Ramiro Larrañaga, el primer revólver lo inventó Manuel de Garate 'Mendaro'. Lo hizo a la vez que el revólver patentado por Samuel Colt, en 1835. Quién iba a decir que el Colt, ese que tantos ríos de tinta y de película ha hecho correr tenía un hermano gemelo vasco. El arma de Gárate se trataba de un revólver sin cañón de seis tiros. Eibar revolucionó también el tipo de cañón horizontal a superpuesto
La segunda revolución ocurrirá tras la guerra civil, a partir de los años 40. La crisis histórica de la industria armera se agudizó y la industria optó por diversificarse.
Uno de los productos únicos que se fabricaron en Eibar fue la Motobic, promovida por el empresario, Lorenzo Zabala. La 'Motobic', fue junto a otras firmas eibarresas, un referente en la fabricación de ciclomotores a nivel estatal. La fábrica estuvo en Eibar entre 1948 y 1966 para después trasladarse a Abadiño. Vivió un auténtico boom de ventas a finales de los 50 y principios de los 60, que coincidió con los años dorados para este tipo de vehículos.
Eusebio Zuloaga
El damasquinado, antes que en Toledo, se empezó a hacer en Eibar. Su precursor fue Eusebio Zuloaga, y el procedimiento lo perfeccionó Plácido Zuloaga, padre del pintor. El damasquinado tuvo su esplendor hacia finales del siglo XIX, fruto del gusto de la época. Se trata de un trabajo artesano que consiste en incrustar oro o plata sobre un fondo metálico de hierro o de acero.
La primera cooperativa
El origen de las cooperativas no está en Arrasate, sino que en 1920, el eibarrés Toribio Echevarría sentó las bases de lo que iban a ser las primeras cooperativas de consumo e industriales. Su implicación y asesoramiento fueron fundamentales en la creación de la cooperativa Alfa en 1920, primera cooperativa industrial moderna del País Vasco. Los propios obreros cooperativistas requirieron a Toribio Echevarría para ser gerente de la cooperativa que pronto pasaría de la fabricación de pistolas a la de máquinas de coser.
IGUAL, IGUAL QUE AHORA...
EIBAR BIHARRIAN