España no es un ejemplo de buen gobierno y anticorrupción
Se sitúa como uno de los peores países industrializados de la OCDE en ambas categorías, según un informe del Banco Mundial
TERESA BOUZA (EFE) - Washington - 29/06/2009 16:20
España es uno de los peores países industrializados de la OCDE en las categorías de buen gobierno y lucha contra la corrupción, según un informe del Banco Mundial (BM) publicado hoy que evalúa la situación en más de 200 países.
La octava edición de Los Indicadores Mundiales de Buen Gobierno muestra que España no sólo no ha mejorado en la última década en los seis parámetros que evalúa el estudio, sino que ha empeorado en apartados como el de la Efectividad gubernamental, que mide el funcionamiento de la burocracia estatal. En general, en todas las dimensiones de gobernabilidad, España está por debajo de la media de la OCDE, aunque figura por encima de países como Italia, Grecia y Chipre.
Para Daniel Kaufmann, ex director anticorrupción del BM y coautor del informe junto con el economista del Banco Mundial Aart Kraay, el que un país haya logrado entrar en el club de los ricos de la OCDE "no garantiza que es un modelo de buen gobierno".
Italia, España o EEUU no son siempre modelos a seguir
"Países como Italia, Grecia, España y EEUU, por nombrar sólo algunos, afrontan desafíos en varias dimensiones de gobernabilidad y no son siempre modelos a seguir como algunos de los países nórdicos o Nueva Zelanda, por ejemplo", dijo a Efe Kaufmann, en la actualidad analista del centro de estudios Brookings Institution.
Los autores del informe definen gobernabilidad como las tradiciones e instituciones mediante las cuales se ejerce la autoridad en un país, lo que incluye la forma en la que se seleccionan, controlan y reemplazan los gobiernos, así como la capacidad de estos para formular e implementar políticas sólidas. A eso se suma el respeto de los ciudadanos y el estado por las instituciones que gobiernan las interacciones económicas sociales y económicas entre ellos.
El estudio, en el que participaron decenas de miles de personas de todo el mundo, desde ciudadanos de a pie, hasta expertos del sector privado, organizaciones no gubernamentales (ONGs) y representantes del sector público, incluye seis grandes apartados.
Apartados del informe
El primero es el de Voz y responsabilidad, que determina hasta qué punto los ciudadanos de un país son capaces de participar en la selección de sus gobiernos, así como de disfrutar de libertad de expresión, asociación y una prensa libre. España ha tenido estabilidad en esa categoría durante la última década con un rango percentil de casi el 87 en el 2008, lo que implica que hay 25 países mejores, entre ellos Suecia, Noruega, Nueva Zelanda y Luxemburgo.
El segundo capítulo, que analiza la Estabilidad política y ausencia de violencia-terrorismo, muestra a España con una puntuación baja debido al problema planteado por ETA.
Uno de los puntos más preocupantes para España es el de la Efectividad gubernamental, en el que ha habido un deterioro significativo desde 1998, cuando el país estaba entre los 20 mejores del mundo y en línea con la media de la OCDE. En la actualidad, no se encuentra ni siquiera entre los 40 mejores, con un rango percentil de 80 durante el pasado ejercicio, lo que lo coloca por debajo de países en desarrollo como Chile.
En Calidad regulatoria, que determina la habilidad de los gobiernos para poner en marcha regulaciones que impulsen el sector privado, España se ha mantenido estable y está entre los 25 mejores países del mundo.
Otra categoría estable es la de la Aplicación del derecho que refleja la confianza en el sistema legal y el cumplimiento de las normas establecidas. España es el 30 de la clasificación.
La última categoría, el Control de la corrupción, determina hasta qué punto el poder público actúa en beneficio del conjunto de la ciudadanía, al luchar contra la corrupción a pequeña y gran escala y contra la "captura" del estado por las elites económicas y los grupos de interés. España mejoró gradualmente entre 1996 y el 2003, desde un rango percentil de 84 en 1996 a 90,3 en el 2003.
La situación se deterioró en el 2006, con un registro de 83,5 y mejoró ligeramente en el 2008, hasta 85, lo que deja a España prácticamente en el mismo lugar que hace 10 o 12 años, es decir en una buena posición pero no estelar, ya que hay 35 países mejores.