¿Qué decisión tomar?
¿Cómo saber si acertaremos?
Un problema es una situación que se interpone entre nosotros y nuestros objetivos y que nos hace más difícil o imposible alcanzarlos. La decisión que tomemos puede solucionar el problema directa o indirectamente. Pero la decisión se nos presenta cuando existen dos o más alternativas, desde la más simple a la más compleja, de aquí es de donde surge el conflicto.
Para tomar una decisión correcta:
- Primero hay que conocer el problema, la situación o la circunstancia que queremos abordar. Para ello tendrás que recabar información que nos trasmitan los demás y que busquemos nosotros mismos.
- Valora la importancia o gravedad del problema: ¿afecta a dinero o a personas? ¿Cuál es su gravedad? ¿Son inminentes sus consecuencias?
- Identifica la causa inmediata que origina el problema.
Cuando estemos tomando una decisión, tendremos que valorar:
- Qué beneficios vamos a obtener con ella.
- Qué probabilidad de éxito tiene esa decisión.
- Qué medios (personas, materiales…) se necesitan para ponerla en marcha y para que dé los resultados esperados.
- Qué tiempo va a llevar ejecutarla.
Con todo esto podemos hacer una lista con las cosas que para mi son positivas y negativas de cada opción posible que valoremos. Analizando esta lista podremos saber qué alternativa posible de las planteadas es la mejor, primero examinándola independientemente y luego de forma global.
Toda decisión implica siempre un riesgo, es inevitable, ya que conlleva un cambio y por tanto, nos podemos equivocar. Para asegurarnos de que nuestra decisión es la mejor posible deberíamos:
- Pedir ayuda si no tenemos la suficiente información.
- Pensar en el largo plazo también, porque a veces la urgencia del corto plazo no nos deja ver lo importante.
- Conocer nuestras propias limitaciones a la hora de tomar decisiones. ¿Me asusta el cambio? ¿Me bloqueo al tomar decisiones? ¿Soy una persona muy precipitada?
- Ser abiertos a otros puntos de vista, muchas veces nos aportarán más de lo que creemos.
Con todos estos consejos nos será más fácil tomar decisiones, pero siempre debemos recordar que al elegir nos podemos equivocar, y que de nuestros errores también podemos aprender.