La risa de las hienas perdió su misterio
La inquietante risa de las hienas ha dejado de ser misteriosa para la ciencia. Según un nuevo estudio, ésta cumple una función de lo más práctica, dentro del complejo sistema social en el que se desenvuelve este animal.
De acuerdo con dicha investigación, que dice haber descifrado la risa de la hiena, ésta revela su edad y contiene información importante sobre su estado. Pero la cosa no queda aquí, porque también se ha descubierto que cada hiena se ríe de un modo distinto, y no siempre igual.
Así, tomando en conjunto todas estas informaciones, la conclusión sería la siguiente: las variaciones en la frecuencia de las notas utilizadas para emitir la particular risa de las hienas da como resultado un ruido que transmite información sobre su rango social.
La investigación se ha realizado en la Universidad de California, con la colaboración de la Universidad de Jean Monnet, en Saint Etienne (Francia), y se ha basado en la observación de hienas en cautiverio.
El año pasado se publicaron algunos avances de los resultados del estudio, pero es ahora cuando se presentan las conclusiones definitivas, que confirman lo que ya se dijo y aportan otras nuevas.
En resumidas cuentas, el estudio ha confirmado que el tono de la risa de la hiena (Hyaenidae) revela su edad, mientras que su melodía, o sea, la variaciones de la frecuencia de las notas transmite información sobre su condición de dominante o subordinada. ¿Y qué utilidad tiene saber esto? Para estos animales nocturnos, que viven en grupos de hasta 90 miembros, repercute en cosas tan importantes como establecer los derechos de alimentación u organizar sus actividades de recogida de alimentos.
Ahora, pues, se ha confirmado que el tono de la risa revela la edad de una hiena, mientras que las variaciones en la frecuencia de las notas puede codificar información sobre el estado dominante y subordinado.
Otro dato más: también se ha averiguado que las hienas pueden hacer hasta diez tipos de vocalización diferentes, que van desde gruñidos hasta grititos. Éstos los emiten para indicar que dos de ellos están separados. O, todo lo contrario, utilizan suaves gruñidos cuando hienas del mismo clan entren en estrecho contacto.
Ahora lo que falta es montar una academia de Hienés. Y todos felices.