domingo, 31 de mayo de 2009

LA CRISIS



Los cooperativistas del 'núcleo duro' del grupo industrial, como Fagor, Danobat, Maier o Ulma, han aprobado cobrar menos este año.

31.05.09 - CARMELO LEZANA BILBAO

DV. La generación de puestos de trabajo ha sido, históricamente, una de las principales señas de identidad de la Corporación Mondragón, el primer grupo empresarial vasco que, integrado por 260 cooperativas, cuenta con cerca de 93.000 trabajadores. Pero ahora, como sucede con la inmensa mayoría de las empresas, la recesión está golpeando con fuerza a las sociedades que conforman el conglomerado y amenaza el mantenimiento de su empleo. Las cooperativas han decidido no quedarse de brazos cruzados y poner en marcha drásticas medidas para evitar que sus socios pierdan el puesto.
En ese contexto, decenas de compañías del área industrial -la más castigada por la recesión y que, con más de 40.000 trabajadores, en torno al 80% de ellos propietarios, aporta casi la mitad de la fuerza laboral de la corporación- han aprobado este año fuertes reducciones salariales: oscilan entre el 7% y el 10% y afectarán a un colectivo que supera con amplitud las 10.000 personas. Entre los grupos que han optado por esta medida se encuentran algunos de los más importantes de Mondragón, como Fagor, Danobat, Maier o Ulma.
Es la primera en muchos años, pero puede que esta rebaja salarial no sea la última. La situación de deterioro de la actividad es tal que «cada vez parece más evidente que habrá compañías que tengan que aprobar nuevos recortes si quieren mantener sus plantillas», señalan conocedores del grupo y de la situación que atraviesa.
Aunque enérgica, la fórmula no resulta sorprendente. Tal y como adelantó este periódico el pasado diciembre, la corporación ya advirtió entonces a sus miembros de la necesidad de aplicar medidas «con urgencia y sin dilación» para superar la tempestad. Entre ellas, ajustes de personal, aumentar las horas de trabajo o proceder a la venta de activos. Incluso no descartaba la posibilidad de proceder al cese de negocios no rentables o al cierre de empresas en dificultades. Seis meses después, parte de esas recomendaciones comienzan a materializarse y, en determinados ámbitos de Mondragón, empieza a coger forma la tesis de que la situación de alguna cooperativa es «tan preocupante» que corre el riesgo cierto de verse obligada a bajar la persiana.
Claro ejemplo del impacto que la crisis económica está teniendo en el negocio de Mondragón es que el pasado año su beneficio se redujo un 90%, hasta quedar en 71 millones de euros. Aunque en términos globales el empleo de la corporación siguió creciendo, las empresas industriales no pudieron evitar una fuerte destrucción de empleo eventual.
Hasta ahora, numerosas empresas del grupo se habían apretado el cinturón con ajustes de calendarios laborales, reubicación de trabajadores en otras cooperativas, adelanto de prejubilaciones o hasta la renuncia a pagas extras. Pero tales iniciativas se han demostrado insuficientes y han dado un paso más apostando por la reducción salarial.
Las grandes
Según ha podido saber DV, numerosas compañías industriales han sometido a la votación de sus asambleas la necesidad de que los socios vean reducidos sus sueldos para así mantener el empleo.
Entre las que han optado por esta medida se encuentra el grupo Fagor, formado por varias decenas de empresas integradas, a su vez, en ocho cooperativas que dan empleo a 18.000 trabajadores. Ha aprobado un recorte salarial del 8% durante un año que afectará a unos 6.000 socios. Los cooperativistas rechazaron aprobar una reducción adicional de otro 3% cuyo destino era financiar medidas de solidaridad entre las compañías que integran el grupo
Danobat, uno de los grandes fabricantes españoles de máquina-herramienta formado por 12 compañías con una plantilla total de 1.280 personas -el 86% de ellos son socios-, también recortará los salarios en una banda que oscila entre el 7% y el 10%.
Otro de los grupos que se han sumado a esta vía es Maier, dedicado a la fabricación de componentes para automoción, electrodomésticos y electrónica de consumo. Tiene cinco fábricas, donde trabajan 1.530 empleados de los que más de 800 son cooperativistas.
Y Ulma, otra de las enseñas de la Corporación Mondragón, hará lo mismo. Buena parte de sus siete compañías, con 4.000 personas, ya han aprobado los recortes.
A esos cuatro grandes grupos se unen, según los medios consultados, compañías de menor tamaño que también han dado luz verde a que sus socios ganen menos durante este año.
Pero no todo son rebajas de sueldo. También hay varios grupos de la corporación que consideran que la simple congelación, unida a otras iniiativas, es suficiente para afrontar el complicadísimo contexto. Entre ellos, Eroski, la cadena líder de la distribución, que cuenta con 8.000 socios, o el fabricante de ascensores Orona, que suma 1.500.
En la otra cara de la moneda se sitúa Caja Laboral, que ha optado por seguir con el modelo de todos los años. Es decir, incrementar los sueldos.