“La crisis es una maestra exigente que pone a prueba nuestra humildad”
“Los líderes tienen una agenda personal interior que hace que susciten credibilidad. Es muy fácil querer cambiar a los demás, cuando lo que hay que hacer es mirarse más a uno mismo”, comentaba el profesor del IESE y experto en liderazgo Santiago Álvarez de Mon en una entrevista concedida a La Verdad. Para él, el auténtico cambio sólo es posible si las propias personas modifican sus estructuras mentales y se abren a las nuevas ideas. “Si quieres cambiar el mundo tienes que empezar por ti mismo”, dice.
No es lo mismo ostentar el poder que ser un buen líder o hacer las cosas de la manera adecuada, al menos así lo afirman los expertos en liderazgo, como Santiago Álvarez de Mon. Para este profesor del IESE, escritor y asesor de empresas "cualquiera puede ejercer el poder, pero de forma mediocre". La diferencia entre esto y el liderazgo radica en las dotes personales: "El liderazgo nace de aquel que es capaz de seducir, de generar energía, que sabe como aunar los esfuerzos de todos, tener talento para descubrir el talento y darle la oportunidad de crecer desde la estabilidad interior".
Liderazgo en crisis
Es, por tanto, una habilidad que requiere aprendizaje. Los expertos recomiendan a las empresas que potencien la generación de líderes capacitados incluso en época de crisis, ya que las épocas difíciles siempre exigen a los trabajadores un esfuerzo extra para generar soluciones innovadoras a los problemas, y esto supone una oportunidad.
"Las crisis son buenas porque nos desnudan, ponen a prueba el talento, la energía, el instituto de superación. Las crisis requieren que nos paremos a realizar un diagnóstico de la situación". En este sentido, pone un ejemplo muy claro para explicar la importancia de los líderes en tiempos de crisis: "¿Por qué tanta gente admira a Nadal? Porque sabe que cuando el partido se pone feo saca lo mejor de sí mismo. La crisis es una maestra exigente que también pone a prueba nuestra humildad", comenta.