martes, 10 de agosto de 2010

¿Puede un ciclo recesivo catapultar la innovación?

Las recesiones no detienen la innovación, pueden acelerarla. Durante estos períodos los hábitos de los consumidores se revisan y los esquemas de conducta se rompen quizás en un grado mayor que cuando la economía crece. Una crisis siempre representa oportunidades de negocios. La caída en los ingresos no es igual para toda la gente. Para la mayoría, una recesión económica determina que sus ingresos caigan significativamente, pero para otros ese descenso es mínimo y, en ciertos casos, aumenta sobre el período anterior. Eso se refleja en el consumo. Si bien la mayoría invertirá mucho menos en nuevas viviendas o en autos, gastará más en entretenimientos o productos que generan gratificación. Algunos estudios internacionales muestran que un altísimo porcentaje de las compañías de más rápido crecimiento se originó en medio de recesiones.
-¿Cómo?
Es muy posible que el origen de la innovación migre de las grandes corporaciones a las Pymes e incluso a las industrias garaje. Tal vez uno de los aceleradores de este fenómeno en los ciclos de baja sea estimulado por el desempleo que provee talentos desocupados dispuestos a trabajar con alto riesgo. De todos modos, el crecimiento a través de la innovación durante las recesiones también se da en empresas grandes. Hay diversas alternativas para innovar que van desde la diversificación vinculada a las líneas de productos, pasando por las fusiones y adquisiciones favorecidas por la volatilidad de los mercados, hasta la incorporación de talento "top".

En esencia, el éxito de innovar durante un ciclo de baja, además del coraje de enfrentarlo proactivamente, se basa en: i) tener claridad de los objetivos estratégicos; ii) lograr una comprensión del mercado y su competencia; iii) evaluar y ajustar las estrategias comerciales; iv) manejarse con alta flexibilidad financiera; v) desplegar flexibilidad operativa.
Jordi