lunes, 4 de mayo de 2009

LA CRISIS


¿Te enfrentas a la crisis como una gacela, como un elefante o como un ratón?

“En época de safari hay que dormir con las zapatillas puestas porque cuando vienen los leones los que se salvan son los que van más rápido”, afirma José Luis Roces, vicerrector del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA). Las que lo lograrán serán las gacelas, es decir, aquellas pymes locales que tienen cierto nivel de profesionalización.

La idea del zoológico empresarial pertenece al gurú David Birch. Estudia la manera que tienen las empresas de comportarse ante la crisis y divide a las organizaciones en tres grupos en función de su actitud: el de los elefantes, las gacelas o los ratones.
Las gacelas son el grupo que lleva "las zapatillas puestas" porque son pymes que tienen vitalidad y un cierto nivel de profesionalización. "Tienen profesionales que entienden de Marketing, de Finanzas y de Producción. Esto existe y ojalá no se pierda", explica Roces. Son empresas flexibles y con capacidades para la innovación, lo que les permitirá adaptarse al mercado y a los cambios que en éste se producen.
En segundo grupo corresponde a los elefantes, aquellas organizaciones que sobreviven a la crisis gracias a la ayuda de otros, concretamente del Estado o del capital financiero. Son empresas que adoptan una actitud mucho más conservadora y que no responden a los imprevistos por sí mismas.
El último grupo lo ocupan los ratones, que son aquellas empresas pequeñas que para enfrentarse a los tiempos difíciles encentran su solución en las asociaciones: la unión hace la fuerza.
"Después de la crisis hay vida"

La experiencia de los argentinos en crisis anteriores hace además que vean este crac mundial con optimismo: "Sabemos que después de la crisis hay vida" afirma Roces, aunque el ITBA destaca que para sobrevivir hacen falta líderes con distintos perfiles y competencias en función del tamaño de la compañía.
Así, las multinacionales, que necesitan ganancias a corto plazo, deben disponer de profesionales metódicos y disciplinados que se preocupen por las finanzas y que introduzcan estrategias corporativas y una visión internacional.
Por su parte, las empresas locales contarán con equipos autónomos preocupados por la comercialización, ya que su esfuerzo debe orientarse a medio plazo, fijándose en el crecimiento de las ventas. Por eso, los valores que más se demandarán serán los de las personas emprendedoras y flexibles, con iniciativa y perseverancia frente a los obstáculos.