La crisis destapa la cultura de alcohol, drogas e inversión en la City de Londres
elEconomista.es / Bloomberg 10:54 - 9/10/2009
La crisis ha hecho que caigan en picado las bonificaciones que reciben los banqueros de inversión... y ha puesto de manifiesto la adicción a sustancias como la cocaína que sufren en la City de Londres miles de ellos. La era de los excesos, de la vida rápida y arriesgada avalada por sueldos astronómicos, puede estar escribiendo sus últimos capítulos.
Neill Junor recuerda el momento exacto en el que decidió dejar la cocaína. Una tarde de diciembre de 2005, este antiguo analista de renta variable fue a dar un paseo por el parque londinense Richmond en busca de un árbol del que colgarse para poner fin así a su desgraciada existencia. Al final decidió no quitarse la vida, y por el contrario puso punto y final a seis años de juergas y abuso de alcohol y drogas que habían arruinado su matrimonio y una brillante pero absorbente carrera que le hacía ganar casi dos millones de dólares al año.
Esta historia refleja el abuso de sustancias como la cocaína que, según las autoridades sanitarias británicas, proliferan en el corazón financiero de Londres, la City. Neill Junor asegura que tanto él como sus compañeros de trabajo solían ir de bares al final de la jornada a buscar formas de mantener la "tensa emoción" de los días en los que hacían un buen negocio. La adrenalina que provocaba un trato cerrado se equiparaba con la de esnifar. "He llegado a ir a cenas en mi entorno y ver al anfitrión hacerse una raya enorme sobre la mesa. La cocaína es el pequeño y sucio secreto de la clase media londinense. Es omnipresente".
Los jefes solían hacer la vista gorda ante la adicción al parecer generalizada de sus empleados, mientras estos fueran capaces de seguir ganando grandes sumas para sus firmas. Y esto era fácil... antes de la crisis.
Cultura del exceso
"Consumir cocaína y grandes cantidades de alcohol es parte de la cultura de la City. Trabajas duro, apuestas fuerte y obtienes tu recompensa porque tu bonus es fantástico", explica Philip Hopley, psiquiatra al frente de una clínica emplazada en el edificio de la aseguradora Lloyd's en Londres.
Los profesionales expertos en desintoxicación aseguran que, desde que la crisis mostró su cara más amarga, están asediados por las llamadas de banqueros de inversión solicitando ayuda. Al parecer, ahora que ha subido el desempleo y que sueldos y bonus son menores, los expertos en finanzas se plantean si merece la pena arriesgar su salud por unos ingresos menguantes.
"Ahora mucha gente confiesa que finalmente se ha dado cuenta de la mierda de trabajo que tiene, y que si no fuera por la bonificación adicional que le da su empresa, no trabajaría tantas horas ni con esa gente", asegura Hopley.
Una ráfaga de dopamina
Hay científicos que afirman que no es casualidad que la cocaína y el trading vayan de la mano muchas veces. Ambas actividades suponen asumir ciertos riesgos y tienen unos efectos similares sobre el cerebro, al elevar los niveles de la dopamina, la hormona de la felicidad, señala Trevor Robbins, profesor de neurología cognitiva de la Universidad de Cambridge.
Así, hay estudios que demuestran que las personas que adoptan conductas relacionadas con el riesgo tienen un nivel muy elevado de receptores de dopamina y tienen una tendencia mayor a convertirse en adictos.
Esto le sucedió a Darren Liddle, analista de renta fija de Credit Suisse, que en 2007 acudió a una fiesta regada de alcohol y cocaína en el hotel Hilton pocas semanas después de abandonar su segundo tratamiento de desintoxicación. Saltó desde el piso 19 del edificio. Tenía 26 años.El juez de instrucción que examinó el caso estableció que la presión a la que Liddle estaba sometido en el trabajo pudo haber contribuido a sus adicciones.
Dosis baratas
La proliferación de cocaína en la City está sustentada por un gran suministro a precios muy bajos. Así, según datos del ministerio de Interior británico, un gramo cuesta hoy en Londres unas 40 libras, frente a las 70 de media que valía en 1997.
En la última década, el número de consumidores habituales de esta sustancia se ha duplicado, hasta alcanzar un millón en Reino Unido. Y según el último informe de las Naciones Unidas sobre consumo de estupefacientes, el abuso de la cocaína alcanzó su punto álgido en 2007, después de que en 2006 los bonus otorgados a directivos bancarios alcanzaran un récord histórico (8.800 millones de libras en conjunto).
Sin embargo, aunque se prevé que las bonificaciones caigan este año un 60%, hasta los 3.200 millones de libras según estimaciones del Centro de Investigaciones Económicas de Londres, aún hay dinero, oportunidad y cocaína a precios muy asequibles.
"Podría llevarte a cuatro o cinco pubs que están a pocos minutos de distancia donde puedes comprar una pinta y un gramo de coca", explica un ejecutivo de ventas que acude a una terapia de grupo para superar su adicción. Reunido en la céntrica iglesia de Saint Michaels, rodeado de hombres y mujeres de negocios bien vestidos que hablan sobre su lucha para mantenerse limpios, afirma que el mayor desafío empieza cuando acaba la jornada y van todos al bar.