Saber ESCUCHAR y saber VENDER serían las competencias básicas para poder innovar y emprender o cambiar.
Saber escuchar porque la innovación no surge de las buenas ideas o de la cabeza de un iluminado o de un "creativo", tampoco de los laboratorios, ni de la academia, la innovación surge, hoy en día, fundamentalmente de escuchar a los clientes.
Saber vender o poder seducir a otros con las propuestas innovadoras, ya que de nada sirve una innovacion si no es vista como posibilidad, si no es declarada como una oferta de valor por aquellos que puedan financiar su desarrollo o quieran pagar por acceder a ella. Para innovar necesito que otros me compren mi innovación, así de simple.
Junto a estas competencias es indispensable el ánimo de ambición.
Saber escuchar porque la innovación no surge de las buenas ideas o de la cabeza de un iluminado o de un "creativo", tampoco de los laboratorios, ni de la academia, la innovación surge, hoy en día, fundamentalmente de escuchar a los clientes.
Saber vender o poder seducir a otros con las propuestas innovadoras, ya que de nada sirve una innovacion si no es vista como posibilidad, si no es declarada como una oferta de valor por aquellos que puedan financiar su desarrollo o quieran pagar por acceder a ella. Para innovar necesito que otros me compren mi innovación, así de simple.
Junto a estas competencias es indispensable el ánimo de ambición.
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