Tener más responsabilidades, sentirse más valorado y, por supuesto, conseguir mejoras salariales, son algunos de los incentivos que nos impulsan a querer ocupar cargos más relevantes en la empresa. ¡Conoce algunas claves para conseguirlo!
Bárbara Maregil parasaber.com
Después de consolidarse en un puesto y adquirir experiencia y prestigio en un departamento o desempeñando un oficio, muchos trabajadores esperan sentir que se valora su trabajo y se reconoce su esfuerzo y, por su puesto, nos interesa también una 'recompensa' económica por tener una buena trayectoria en la empresa.
Consejos para conseguir un ascenso
En este sentido, mostrar a la empresa predisposición e interés por tener nuevas responsabilidades puede ser un primer paso para conseguir promocionarse en la jerarquía de la compañía. Para ello, también es aconsejable identificar qué perfil es necesario para ascender, es decir, conocer las características del puesto o los puestos que se desean ocupar y enfocar tu formación y desarrollar tus habilidades para cubrirlo. Por ejemplo, puede que para ocupar el cargo que deseas necesites idiomas, ofimática o mejorar cualidades como la capacidad para trabajar en equipo o la toma de decisiones y liderazgo.
Además, completar tu formación con un máster o un curso postgrado enfocado al puesto que deseas puede ser un sólido apoyo para tu objetivo. Otra de las pautas a seguir es demostrar iniciativa, constancia, responsabilidad y, sobre todo, eficacia a la hora de desempeñar el trabajo.
Destacar entre los demás por competencia profesional puede abrir las puertas del ascenso. Esta misma actitud positiva ante el trabajo también ha de tenerse con los compañeros: crear un buen ambiente laboral, ayudarles en lo que necesiten y estar siempre dispuesto a colaborar no sólo hará que trabajes más a gusto, si no que también se valorará tu capacidad para trabajar en equipo.
También hay que tener en cuenta que un ascenso implica tener más responsabilidades. Además, para ciertos puestos, este incremento en el volumen de trabajo y de responsabilidad puede convertirse en presión, por ello, hay que estar preparado y saber desenvolverse en situaciones de estrés.
En definitiva, conseguir la promoción en la empresa no sólo depende de identificar y potenciar las cualidades requeridas para el puesto al que se aspira, si no también de la capacidad que se tenga para promover y demostrar estas habilidades profesionales.
El momento decisivo
Una vez que se decide solicitar el ascenso, lo primero que hay que hacer es preparar bien los argumentos que se le van a exponer.
Otra de las recomendaciones es buscar un momento adecuado para hablar con el jefe o responsable, siempre que esté tranquilo (y si es posible de buen humor) y también anticipar los argumentos que pueda dar. Una posible reacción puede ser una negativa si los resultados económicos de la empresa no han sido muy buenos o no tan buenos como se esperaba.
Ante esta posible respuesta, hay que tener una argumentación preparada para responder. El discurso que se debe utilizar ha de ser tranquilo y razonable y debe centrarse siempre en las cualidades profesionales y en los buenos resultados. Reforzar los logros obtenidos y los puntos fuertes son las mejores respuestas para rebatir una negativa inicial por parte del superior. No es recomendable aludir a situaciones personales ('las hipotecas han subido' o 'acabo de tener un hijo') ni 'hacerse la víctima', puesto que esto denota falta de profesionalidad.
En definitiva, en estas situaciones hay que venderse bien como profesional y saber transmitir que un ascenso es positivo tanto para el trabajador como para la compañía. El trabajador estará más motivado y satisfecho, con lo que su rendimiento será mayor y esto finalmente repercutirá positivamente en los resultados de la empresa, ya que mejorará su productividad.
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