jueves, 11 de junio de 2009

LA CRISIS


Montadores eibarreses de bicicletas

Todos los autores destacan que los eibarreses, a lo largo de la historia, se han distinguido por un gran dominio en la transformación del hierro y el acero en los artículos que se han demandado en cada momento, siendo quizás, el jesuita guipuzcoano Manuel Larramendi (1690-1766), quien lo ha descrito de forma más sucinta: "Eibar... es donde se trabaja cuanto hay de piezas menores y primorosas y toda especie de herrajes ...". Pero ha sido la fabricación de armas, de lo que se tienen noticias hace más de cinco siglos, la que ha caracterizado su industria hasta, al menos, avanzado el siglo pasado.
Pero esta especialización productiva, convertida casi en exclusiva y por consiguiente, ocupando a la gran mayoría de los de los trabajadores, conlleva importantes inconvenientes, derivados de las grandes fluctuaciones a la demanda internacional de armas, dependiente de políticas arancelarias proteccionistas o liberales de cada país, de modo que, en cortos períodos de tiempo, se pasaba de la ocupación total, a las más agudas crisis. En una de éstas, en 1914, el Ayuntamiento eibarrés puso en marcha la construcción de la carretera de Ixua, en la subida de Arrate y un servicio de Cocina Popular, donde se servían raciones a precios económicos. Seis años más tarde, con motivo de una importante huelga, tuvo que volver a funcionar, lo que tardará mucho tiempo en olvidarse.
Ante las sucesivas crisis, los políticos y los industriales proponían diversas soluciones, que básicamente, consistían en fabricar otros bienes, entre los que citaremos, máquinas de escribir y de coser ("en Valencia hay una, que debería estar en Eibar", dice Fermín Calbetón en 1918), motores, automóviles, instrumentos de acero, herramientas, además de "una fábrica de cañones de armas largas, escopetas, rifles, carabinas, etc., con un horno eléctrico e instalación de tres láminas para obtener el redondo de acero necesario para su producción" y, hasta "industrias militares". Es muy destacable la razonada propuesta de Ignacio Anitua en 1927 (bicicletas, rodamientos a bolas, herramientas de cirugía y dental, balanzas y básculas de precisión, insistiendo en las máquinas de coser y automóviles de dos y cuatro asientos).
Por fin, mediados los años veinte del siglo pasado, llegó la tan buscada diversificación de la industria eibarresa. Gárate, Anitua y Cía (GAC), inició la fabricación de bicicletas, siguiéndole poco después, Orbea (que ya había realizado otros intentos, produciendo entre otros artículos, máquinas-herramienta y coches de niños), así como Beistegui Hermanos (BH). Todas ellas simultanearon la nueva producción, con la tradicional armera, hasta que pasados algunos años, dejaron esta última. Otro hecho de gran importancia fue la constitución de la "Sociedad Anónima de Producción de Armas de Fuego Alfa", en 1920, por un grupo de trabajadores de Orbea (que mantenían una significativa huelga) y que contaron con el apoyo de la cooperativa Danok-Bat, fundada poco antes. Siete años más tarde, empezaron a fabricar máquinas de coser.


2008 Oficios Tradicionales. Departamento para la Innovación y la Sociedad del Conocimiento.

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