La situación de una empresa y el que todos los trabajadores den lo mejor de sí depende sobre todo de la motivación. Una motivación que viene dada en gran medida por ellos mismos y por lo valorados que se sientan en el trabajo, aunque el líder empresarial también tiene mucho que aportar. Y si no que se lo digan a Pep Guardiola, que utilizó sus mejores dotes de liderazgo y unas imágenes de la película Gladiator para motivar a sus jugadores antes de la final de la Champions, y el resultado salta a la vista. La clave está en trasladar a la empresa la actitud de Guardiola en el fútbol.
Mientras el Manchester United comenzaba a calentar motores en el terreno de juego, los jugadores del Barcelona continuaban en el vestuario viendo un vídeo que les había preparado su entrenador, en el que se intercalaban algunas escenas de la película Gladiator con algunas de las mejores jugadas de la temporada. El objetivo era motivar a los jugadores, que marcaron su primer gol tan sólo diez minutos después de que comenzara el partido.
La actitud de Guardiola a lo largo de toda la temporada y su afán por motivar continuamente a los jugadores está sirviendo de ejemplo a muchos líderes empresariales, que comienzan a interesarse por unos nuevos valores: "Se puede comprar el trabajo de una persona, pero no su corazón, donde se encuentran su lealtad, su motivación y su entusiasmo. Tampoco se puede comprar su cerebro, donde están su creatividad, ingenio y recursos intelectuales", explicaba a El País el filósofo de management Stephen Covey.
Para Covey, la clave para los directivos es darse cuenta de que los empleados están ofreciendo voluntariamente a la empresa su corazón y su mente, y por tanto, hay que tratarlos con mimo, exactamente con el mismo con que se trata a los clientes. Ésa es la manera de que los trabajadores puedan sentirse motivados.
Porque lo cierto es que la motivación es "una decisión personal que surge cuando el empleado percibe su trabajo como una manera de obtener seguridad económica, de lograr una exitosa carrera profesional o de contribuir con su granito de arena para servir y mejorar la sociedad", según afirma el experto en liderazgo Mario Alonso, pero los directivos también pueden contribuir a que sus empleados se sientan motivados.
La actitud de los directivos
Entre las actitudes que favorecen la motivación de los trabajadores está el que los jefes sepan escuchar e interesarse por las necesidades de sus empleados, que valoren y reconozcan el esfuerzo y el compromiso de cada uno y que creen indicadores que muestren de qué manera cada persona contribuye con su trabajo a conseguir los objetivos de la organización.
Sobre todo en tiempos de crisis la motivación es un valor fundamental para que los trabajadores sigan aportando su máximo potencial sin que decaiga el ánimo. Si se logra mantener, quizás los resultados lleguen a ser tan positivos como los que Guardiola ha obtenido esta temporada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario